Así empezó todo: nuestro primer Saab, un Saab 99 LE Automático 1.85, fabricado en 1971
Lo encontramos en Munich en 1987 y me enamoré inmediatamente y fui absolutamente ingenua. Convencí a Brigitte de que tenía todo bajo control, que era un coche estupendo para el viaje a Kulmbach, etc.
Las cosas resultaron diferentes. Nos gustaba conducirlo, pero como coche de uso diario era demasiado viejo, tenía demasiados fallos y era demasiado complicado para mí en aquel momento. Nos costó mucho dinero (que en ese momento realmente no teníamos). Sin embargo, estábamos muy tristes cuando lo perdieron en el incendio del granero en Friedrichshafen.
Y sin ella, no habríamos conocido a mucha gente, no habríamos ido a todas las reuniones, etc.
Una tragedia desde el punto de vista empresarial, pero la vida sería más pobre sin él...